El saber, la educación y la pedagogía de San Ignacio de Loyola
Ignacio de
Loyola fue un soldado vasco que, tras resultar herido en batalla, empezó a leer
libros sobre la fe cristiana y decidió dar un giro de 360º grados a su vida. Fundó en 1539 la Compañía de Jesús.
Una compañía que se dedicó a construir colegios, reformó monasterios y dialogó
con protestantes.
A día de hoy, la Compañía ha
crecido a pasos agigantados y cuenta con una red mundial de 4.000 centros
educativos, que abarcan desde el primer nivel de infantil hasta la
preuniversitaria.
San Ignacio buscó generar en las
personas experiencias e interiorización que les motivara a transformarse en su
mejor yo gracias a Dios y al convencimiento de que la humanidad es la unión
entre hermanos.
La Pedagogía Ignaciana tiene como
clave el enseñar a pensar y enseñar a
aprender, en cualquier ámbito de la vida.
Su metodología ayuda a aprender y a
actuar de una manera diferente mediante cuatro pasos. El contexto, teniendo en
cuenta que cada situación es diferente; la experiencia, formas no tradicionales
de aprendizaje; la reflexión, con la que el alumno verá el lado humano al
aprender; y la acción, preparando a los alumnos para reaccionar lo mejor
posible ante nuevas situaciones.
El rasgo más significativo de la
Pedagogía Ignaciana es que las personas encargadas de educar no son meros
educadores. Acompañan a los alumnos durante su viaje, enseñando un modelo de
vida basado en la palabra de Dios y en la vida de Jesús, mientras los mismos educadores se enriquecen gracias a este Paradigma.
“No satisface el saber mucho, sino el sentir y gustar internamente de las
cosas.”
- San Ignacio
de Loyola.
Ruth Vera i Sara Cabrera
CCFF Grau Superior
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